Como ya sabrás, poner en marcha un proyecto con una idea innovadora resulta complicado en muchas ocasiones. A lo largo de este camino, suelen surgir diferentes dificultades que ralentizan el proceso de crecimiento del futuro negocio.
Será precisamente aquí donde entre en acción la incubadora de startups. Pero, ¿en qué consisten estás incubadoras y qué función cumplen? Desde Bastida&Farina, queremos contarte todo en torno a estas entidades de apoyo al emprendedor.
La incubadora de startups es la empresa encargada de buscar startups que posean el potencial necesario para crecer y desarrollarse dentro del mercado. Para comprobar la viabilidad de los diferentes proyectos que analizan, cuentan con expertos y asesores que trabajarán codo con codo con los CEOs de las propias startups para llevar a buen puerto su idea de negocio.
En ocasiones, las funciones de una incubadora tienden a confundirse con las de una aceleradora, no obstante, sus funciones son muy diferentes. Mientras que la incubadora pone su foco de atención en crear objetivos y metas durante la fase inicial de una startup, cuando está aún está dándole forma a una idea, la aceleradora se encargará de supervisar e impulsar el proyecto para obtener beneficio lo antes posible.
El potencial de las incubadoras de startups es tal que, a la hora de reconocer negocios innovadores, incluso algunos ayuntamientos están apoyando y colaborando activamente con ellas. Existiendo tantos sectores económicos emergentes de los que obtener beneficios, el futuro de las incubadoras se presenta como imprescindible para el área de la innovación.
Las incubadoras de startups dividen su trabajo en tres fases muy diferenciadas. En ellas encontraremos funciones clave para el correcto desempeño del proyecto, tanto en el corto como el largo plazo:
En muchas ocasiones, una persona emprendedora tiene clara una idea o un concepto de negocio innovador con un gran potencial, pero no sabe cómo desarrollarlo. En estos casos, lo ideal será acudir a una incubadora de startups. Como hemos visto, esta le ayudará a definir mejor dicha idea y a darle forma. Es un recurso que se puede usar en cualquier nicho de negocio en el que se persiga innovar o progresar.
Entre las funciones de las incubadoras podemos encontrar ayuda para transformar digitalmente una startup, guiar sobre estrategias de mercado o formar y acompañar a empresas jóvenes, entre otras. Además, cuentan con redes de contacto que pueden ser muy útiles en los inicios, pues conectan a la startup con posibles patrocinadores y consumidores potenciales. Las incubadoras de startups, en muchas ocasiones, tienen vínculos con entidades bancarias, organizaciones gubernamentales o no gubernamentales dedicadas al desarrollo e incluso con bancos.
Habitualmente, a cambio de esta ayuda inicial y de las herramientas que aportan al proyecto, suelen recibir como compensación un porcentaje de participación accionaría. Este estará en torno al 5% y 10%, dependiendo del tiempo que le hayan dedicado a la startup y de los recursos que hayan invertido.
Es decir, en ese sentido, las incubadoras de startup obtienen beneficios cuando el proyecto al que apoyan logra generarlos. Es por ello que se presentan como una gran opción para las fases iniciales de un proyecto. En ellas, desplegarán todos sus conocimientos y herramientas con el fin de que la idea de la startup triunfe.
Aunque las incubadoras aportan en gran manera en el crecimiento inicial de una startup, el principal motivo del crecimiento siempre se mantendrá en los fundadores y ciertos pilares clave del proyecto. En concreto, tras haber trabajado y analizado a más de 150 startups, en B&F identificamos 3 factores principales en la consecución de este. Son 3 factores clave sin los cuales es imposible crecer, así que hemos preparado un vídeo resumen donde comentamos cuales son y cómo aplicarlos a tu proyecto. Haz click aquí para verlo.
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